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Slow Food

Slow Food Contra La Comida Chatarra

Slow Food Contra La Comida Chatarra

Slow Food es una organización nacida en 1986 en Italia que tiene que nace como respuesta a la invasión homogeneizadora de la “fast food” y al frenesí de la vida moderna. Hoy agrupa a más de 80 mil personas en 104 países. Su objetivo: proteger la cultura gastronómica, la biodiversidad y los productos tradicionales en riesgo de extinción.

Papas fritas aceitosas, hot-dog con salsas varias, hamburguesas dobles, gaseosas y el infaltable ket-chup. Un combo. Pero a la salud y al paladar. Se venden en todo el mundo, a precio módico y lo mejor: se entregan en menos de cinco minutos: ad-hoc a nuestra agitada vida moderna. Es la fast food, el símbolo de la globalización y estandarización de la comida, una invasión de frituras que captó adeptos, pero también hizo germinar a un verdadero ejército dispuesto a dar la pelea: los slow food o “comida lenta”. El objetivo del movimiento Show Food es destacar los valores culturales de la comida de cada pueblo de la orbe, educar el paladar y el buen gusto, exaltar la diferencia de los sabores, la producción alimentaría artesanal, la pequeña agricultura y las técnicas de pesca y de ganadería sostenibles. En una palabra: promover la eco-gastronomía. Slow Food pretende restituir la dignidad cultural a la comida y eso significa defender la biodiversidad. Y es que salvar una especie en vías de extinción, significa preservar un ambiente, recuperar una receta y regalar un placer al paladar. Por eso, la silueta sencilla de un caracol en el logo de la entidad: lento, pero seguro. En pos de sus objetivos slow food inauguró en 2003 la Academia Europea del Gusto una Universidad Gastronómica que forma profesionales con estos valores, esperamos que pronto se formen también movimientos en nuestro país o escuelas que formen a los futuros chefs con estos valores
Refiriéndose al caracol, el presidente de este movimiento Carlo Petrini dice que es el "emblema de la lentitud, este animal cosmopolita y prudente es un amuleto contra la velocidad, la exasperación, la distracción del hombre demasiado impaciente para sentir y gustar, ávido para recordar lo que recién ha terminado de devorar".Refiriéndose al caracol, el presidente de este movimiento Carlo Petrini dice que es el "emblema de la lentitud, este animal cosmopolita y prudente es un amuleto contra la velocidad, la exasperación, la distracción del hombre demasiado impaciente para sentir y gustar, ávido para recordar lo que recién ha terminado de devorar".